martes, 15 de enero de 2013

ACTIVIDADES PARA DESARROLLAR LA MOTRICIDAD FINA

COGER UNA CUCHARA 

Motricidad fina, agarrando, 0-1 años.
Independencia comiendo, 0-1 años.

Meta: 
Mejorar el dominio y la independencia a la hora de comer.. 

Objetivo: 

Sujetar una cuchara con el puño cerrado y sostenerla sin ayuda. 

Materiales: 

Una cuchara. 

Procedimiento: 


Sujeta la cuchara delante del campo visual del niño y llama hacia ella 
su atención.

Cuando la mire di “cuchara”. 
Toma su mano y dobla sus dedos alrededor del mango para que la sujete del modo correcto con su puño.
Usa tu mano para reforzarlo y prevenir que se le caiga o la lance,

Ayúdale a sostenerla por unos segundos mientras le hablas  dulcemente dándole ánimos.
Ve aumentando gradualmente el tiempo que debe sostenerla antes de dar por concluida la actividad.
Cuando notes que su mano va ejerciendo más control sobre la cuchara, disminuye la presión de tu mano sobre la suya.
Finalmente retira tu mano para ver si sujetará la cuchara por si mismo  unos segundos. 





LA CAJA DEL TACTO

Motricidad fina, sujetando, 0-1 años.
Percepción táctil, 0-1 años.


Meta:
Mejorar la habilidad de agarrar objetos sin verlos.


Objetivo:
Sacar tres objetos hacia fuera de una caja cerrada.


Materiales:
Caja de cartón, tres objetos de tamaño medio que normalmente tengamos por casa
(por ejemplo cuaderno, vasos de plástico, y cuchara).


Procedimiento:


Corta un agujero en la caja de cartón lo suficientemente grande como para que el
niño pueda introducir su mano fácilmente.

Pon tres objetos dentro de la caja que sean más pequeños que el hueco que hemos recortado para que puedan ser sacados con facilidad.
Cierra la caja, o si vas a usar una caja sin fondo, coloca los objetos sobre la mesa y cúbrelos con la caja de forma que el niño no pueda verlos.
Asegúrate de que el niño te esté mirando, introduce tu mano por el agujero y saca uno de los objetos. Sobre actúa con cara de sorpresa cuando lo extraigas.
Luego, lleva su mano a través del hueco y ayúdalo a localizar alguno de los objetos y a sacarlo fuera.

Repite el procedimiento con el último objeto, recordando que debes recompensarlo cada vez que saque algo de la caja.
Después de trabajar esta actividad varias veces, lleva su mano hacia el agujero y permítele que rebusque él solo hasta encontrar los objetos.
Cuando le coja el truco, el número de objetos se puede aumentar o disminuir y la caja puede cambiarse por una mayor para que así tenga que explorar más hasta encontrar lo que se esconde en ella.


EJERCICIOS DE LA MOTRICIDAD FINA


VARIOS EJERCICIOS

  • Proporcionar al niño objetos y juguetes con texturas diferentes 
  • En un recipiente con arena buscar objetos escondidos
  • Colocar pinzas en un cordel 
  • Sacar objetos de una caja con huecos
  • Con una cuchara llevar azucar de un recipiente a otro
  • Pulsar interruptores
  • Abrir recipientes
  • Meter monedas en una hucha
  • Hacer collares de perlas y con pastas
  • Botones de diferentes tamaños para abrochar y desabrochar
  • Hacer guirnaldas.
  • Realizar punteado.
  • Rasgado de papel con los dedos.
  • Hacer plegados.
  • Hacer trenza con lana.
  • Hilar collares.

IMPORTANCIA DE LA MOTRICIDAD FINA

MOTRICIDAD FINA






La coordinación motora fina es toda aquella acción que compromete el uso de las partes finas del cuerpo: manos, pies y dedos. Se refiere más a las destrezas que se tienen con dichas partes en forma individual o entre ellas, por ejemplo, recoger semillas con los dedos de la mano o pañuelos con los dedos de los pies.

La coordinación viso motriz es parte de la motricidad fina, pero aquí, además de la destreza con las partes finas del cuerpo implica la coordinación de éstas con la vista.
En ella se consideran habilidades como dirección, puntería y precisión. Entre algunas actividades tenemos rasgar, enhebrar, lanzar, patear, hacer rodar, etc.
La importancia de la motricidad fina La gran diferencia de la motricidad fina con la motricidad gruesa, es que ésta es sólo hacer movimientos, mientras que la primera son los movimientos que se coordinan con los órganos sensoriales.

Aunque el desarrollo de la motricidad fina en un principio es más bien lento y cuesta distinguirlo, es muy importante estimular los niños en esta área, pues gracias a ella, serán capaces de cosas tan básicas como escribir o comer correctamente.


Paola Urrutia dice que es muy importante “convertir los errores de los niños en aprendizaje en vez de criticarlo, pues es una muy buena forma para que vean la diferencia entre dos formas de hacer las cosas”
Cuando nacen, los niños comienzan lentamente a desarrollar las conexiones neuronales que les permiten manejar su cuerpo. Primero empiezan a un nivel global, controlando la cabeza, el tronco, y las piernas, ésta es la motricidad gruesa. Una vez que parte de ésta ha avanzado lo suficiente como para que puedan realizar movimientos más sutiles, empieza a nacer y desarrollarse la motricidad fina.
La motricidad fina “tiene que ver con movimientos más específicos, de la mano, de los dedos” explica la psicopedagoga Paola Urrutia, directora del centro de aprendizaje Funwork. Agrega que “la motricidad fina, además, requiere de intención y dirección. Por lo tanto, debe haber un desarrollo del cerebro, para por ejemplo, saber que quieren poner la mano en algún lugar y de qué forma lo quieren hacer”.
El desarrollo de la motricidad fina es de vital importancia, porque eventualmente será el arma para desenvolverse adecuadamente en el mundo escolar, y posteriormente en la vida. Tiene que ver con la escritura, con el manejo de trabajos que requieren mayores detalles, por ejemplo, tejer, clavar, etc.
Por eso, es esencial motivar esta área desde lo más temprano posible, en la medida que cada edad lo permite y lo requiere.
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